Tras la devaluación del peso del lunes, el dólar blue parecía no tener techo. Pero, entre jueves y viernes, empezó a reacomodarse y baja. ¿Qué pasa con este tipo de cambio?
Siempre se dice que el dólar blue es un mercado chico que reacciona abruptamente a movimientos políticos y económicos. Y, si hubo una semana en la que eso quedó a las claras fue esta, que termina este viernes. ¿Qué pasó con el tipo de cambio ilegal esta semana y por qué muchos hablan de una sobrerreacción?
laramente, las medidas de una sorpresiva devaluación que se tomaron el lunes después de las elecciones primarias y el resultado de ese proceso electoral generaron un salto de precio (quizás exagerado) del tipo de cambio informal. Pero, este jueves, el dólar blue arrancó con una caída fuerte, que se profundizó este viernes. ¿Empieza a reacomodarse?
El dólar blue acumula un retroceso de $60 en dos jornadas y se ubica en los $720, tras haber subido $155 en los primeros tres días de la semana. Todo indicaría que, tal como explica la analista Rocío Bisang, de la consultora Eco Go, “si bien, en general, uno puede diagnosticar esos fenómenos una vez que pasaron, se hacía evidente en la City que el tipo de cambio blue estaba muy alto en términos reales en los últimos días”.
Así, se podría decir que ese mercado sufrió un proceso de lo que se conoce como “overshooting”, una disparada exagerada inicial, que ahora, se empieza a reacomodar. Sin embargo, eso no es casualidad, sino que respondió a que el nivel de incertidumbre es muy alto por estos días.
Aunque Bisang advierte que “todavía queda ver qué pasa hacia adelante”, por ahora, se ve una tendencia bajista en el cierre de una semana marcada por una fuerte suba. Parece un reacomodamiento tras el shock inicial, que lo llevó hasta los $795 (pico intradiario) el martes, aunque después cerró a $780 la jornada y está en línea con lo que viene pasando en los dólares financieros también, que moderaron la dinámica este viernes.
Lo que pasó en el dólar blue
“Este proceso consiste en elevados niveles de volatilidad de los tipos de cambio, es decir, suben y bajan más de lo que deberían en estado de normalidad y se le adjudica a este proceso el factor ajuste de precios atrasados y como el proceso de establecimiento de un nuevo precio de equilibrio del tipo de cambia”, apunta el CEO de Número Bursátil, Gonzalo Chiarullo. De este modo, explica la sobrereacción que estamos viendo en una plaza muy regida por la oferta y la demanda.
Pero, entran a jugar otros factores esta vez. “Este overshooting fue producto del resultado electoral, de la devaluación y suba de tasas posterior y de una incertidumbre por lo que puede pasar hasta octubre, con una fuerte debilidad de las reservas internacionales”, explica el economista Federico Glustein a Ámbito. Así, considera que la devaluación fue “un boomerang, un pelotazo en contra de la propia situación económica”, que descalibró las variables, entre ellas, el precio del dólar informal.
Y es que, el economista y director de la consultora Sarandí, Sergio Chouza, “que se ha dado una situación de pánico en el mercado del dólar blue y responde a que las anclas políticas son muy escasas porque las elecciones son muy lejanas aún y, si bien está convalidado el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), no está todavía claro cuáles son las condiciones que se plantean hacia adelante”.
El que compró blue predió: por qué lo hizo
Tal como advierte el economista Pablo Ferrari, en este contexto se da una situación compleja en la que, “al producirse una variación de precios relativos tan significativa, en cuestión de días alguien puede beneficiarse, pero es aún más probable que muchos se perjudiquen”. Y es claro que quienes compraron a $795 o a $780 este viernes son los grandes perdedores.
Claro que esa decisión de comprar en un momento de alto precio del dólar blue responde a que muchos en la City esperan que la inflación siga su curso de aceleración y al temor a que los pesos que tiene puedan perder más valor ante el dólar. Sin embargo, Ferrari advierte que “el pánico no es buen consejero”.
Y aclara que esto último vale especialmente para el pequeño ahorrista, que “se apura a dolarizarse, pese a que el gobierno fijó un tipo de cambio hasta las elecciones de octubre e incrementó las tasas de interés”.
Así explica que gran parte del movimiento alcista se basa en que “muchos interpretan que el problema es que siempre existe una brecha y parece ser siempre tiene que ser de similar magnitud en términos relativos”.
No obstante, advierte que el principal problema de la escalada del dólar blue es que, “al margen de los problemas que genera para los ahorristas, trae una mayor nominalidad en medio mes en el que el salario se verá muy afectado por la remarcación de precios tras la devaluación y la escalada de los dólares alternativos”.
Lo que viene para el dólar informal
De cara hacia adelante, Glustein considera que, en el actual contexto, más allá de esta baja de reacomodamiento, pareciera ser difícil ponerle un piso y un techo al dólar blue. Y es que señala que los movimientos que se ven “no responder a ventas y compras masivas, sino a un escenario de probabilidades poco claras, de victorias electorales no confirmadas, pero, también a una devaluación que se realizó sin el poder político necesario para llevarla adelante y que se traslada a precios”. En ese contexto, advierte que hay riesgo de que se disparare a niveles insospechados en algún momento.
Chouza coincide, en parte, con esa mirada al señalar que, “hoy, hay pocas herramientas para que la codicia le gane a pánico” y la gente elija la tasa al dólar. Explica que, si bien le gana a la inflación, “el rendimiento del plazo fijo hoy no parece ser algo que vaya a desincentivar una dolarización de cartera en un contexto en el que el eventual techo, en un escenario en el que se precipiten las variables, es casi infinito”.
No obstante, reconoce que, lo que puede llegar a variar es el desacople que se empezó a dar entre el blue y los financieros. Advierte que una brecha entre el blue y el MEP como la que se dio hace dos días (del $128) fue la más alta desde 2020 y es insostenible, tal como se vio. De hecho, se redujo a $100 el jueves y a $72 este viernes.
Así, para Chouza, ese será es un elemento clave para generar cierta estabilización del dólar blue hacia adelante, que, a la vez, se ve alimentada una dinámica de reducción de esa diferencia de precio por la posibilidad de comprar dólar MEP y venderlo en el blue más caro (el famoso puré), lo que hoy da una diferencia cercana a los $68.
Teniendo en cuenta este escenario que plantean, la baja de los últimos días en el dólar blue es una mucho mejor noticia de lo que parece a priori porque podría sugerir un techo posible. El futuro es un misterio, pero todo indicaría que ese tipo de cambio está buscando su nuevo punto de equilibrio. Con una devaluación de 22% en el tipo de cambio oficial, se apreció 21% al día de hoy y ese nivel parecería aceptable por ahora para gran parte del mercado.
Para Chiarullo las posibilidades de mantener esta tendencia existen, pero será clave para lograrlo que el Gobierno logre dar señales claras de cómo continuará con las medidas económicas de los próximos meses. “Deberá satisfacer la posición del electorado de terminar con la inestabilidad, la distorsión de precios relativos y de ver el reconocimiento del fin de una política económica sostenida de forma continua por casi 20 años que ha llegado a su agotamiento”, opina el analista.