La historia indica que cualquier corrección de los precios relativos lleva inevitablemente a mayor inflación. ¿Cómo serán esos duros primeros seis meses según los economistas?
Los precios de la economía se encuentran en una suerte de “olla a presión”. Según la consultora 1816, Javier Milei tendrá el desafío de lidiar no sólo con el alto stock de pesos sino también con el desequilibrio de los precios relativos que se estima en un 43%.
Durante esos primeros seis meses del 2024, el “sinceramiento” de precios tendrá dos momentos. Según detalla Hernán Letcher, director del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) a Ámbito, ese primer momento incluye al período actual y el inicio de la gestión de Javier Milei “en donde se concreten algunas de las cosas que hoy el mercado, sobre todo el alimenticio, está llevando a precio”.
La desregulación del precio de las naftas y de la energía, la eliminación de Precios Justos y del fideicomiso de trigo y aceite, la derogación de la ley de alquileres y la liberación de precios de las prepagas y servicios públicos, son algunas medidas que podrían tomarse al inicio de la gestión.
A su vez, Letcher señala que habrá un “segundo momento” en donde se avanzará en la eliminación de los controles cambiarios. “Va a haber un salto del tipo de cambio significativo y creo que va a tener un segundo impacto sensible sobre la inflación. Este segundo momento no está definido cuándo será”, afirma Letcher.
La historia indica que la corrección de la distorsión de precios en la economía inevitablemente traerá una inflación elevada que impactará al menos en los primeros seis meses del año. Para enfrentar ese período, Milei deberá hacerse de todos los dólares que pueda y generar una suerte de “puente” hasta la cosecha gruesa, ya sea a través de préstamos internacionales - que puede llegar de la mano del Fondo Monetario Internacional- o la cosecha del trigo en donde se espera más de u$s2.000 millones. Vale recordar que el Banco Central se encuentra con reservas negativas, lo que hace que las expectativas jueguen un rol más preponderante.
El economista Julián Zicari en conversación con este medio señala que este “sinceramiento” de precios se va a llevar adelante con una inercia inflacionaria con un elevado piso de inflación (recordemos que el IPC hoy viaja entre el 8% y el 12%). “La altísima inflación va a licuar salarios, jubilaciones, planes sociales. Ninguna paritaria le va a ganar un 20-30% de inflación mensual. Eso va a contraer la demanda, el consumo y la actividad”, explica.
En esta misma línea, Gabriel Caamaño, de la Consultora Ledesma, afirma que es probable que la inflación de noviembre sea de dos dígitos pero la de diciembre podría llegar a ser la más alta del año, con o sin ajuste del tipo de cambio. Enero no promete ser mejor. “Uno espera que la mayoría de las correcciones se hagan el primer semestre, así que la inflación en el primer semestre será alta”, sentenció.
Ahora las preguntas que inmediatamente surgen están vinculadas a cómo se llevará adelante esa corrección, cómo anclar las expectativas y cuánto tiempo durará el shock.
En ese sentido, para Caamaño será clave el corte total de la emisión monetaria. En ese caso, “puede ser que el traslado a precios no sea total”, afirma. Al mismo tiempo, señala que en una inflación tan elevada como la actual, la corrección de precios relativos se dará por “diferencial”. Es decir, algunos precios que viajan por encima incluso del dólar paralelo tenderán a acomodarse o a no subir con la misma velocidad. Sin embargo, el golpe se sentirá de igual forma.
Dólar: ¿Shock o salida gradual del cepo cambiario?
Si bien algunos economistas sostienen que la corrección del tipo de cambio será en diciembre, las últimas declaraciones de Javier Milei y de su equipo económico con la llegada de Luis Caputo, terminaron por confirmar su alejamiento de la teoría dolarizadora. La duda ahora es si finalmente la salida del cepo cambiario será de shock o si se opta por una solución más gradual.
De hecho, hoy el mercado de dólar futuro que se opera en el Matba-Rófex moderó las expectativas para el mes que viene en donde el contrato se negoció por debajo de los $800, lo que da indicios de una corrección pero no a un nivel de salida del cepo. En esta línea, se espera una devaluación directa de 123,8% para diciembre y del 156,8% para enero respecto al nivel actual.
De todas formas, el dólar no parece ser la preocupación mayor. Según señala el economista Julián Zicari, otra de las incógnitas que se empezarán a resolver en el “hacer” del Gobierno es “cómo piensan aguantarlo en términos políticos y sociales” y hasta tanto hay que “cruzar el desierto político y social”.
El mundo financiero se hace la misma pregunta. La calle, el Congreso y el mercado jugarán las cartas para que el plan funcione más allá de la teoría. “La inflación, con seguridad subirá mucho antes de bajar”, advierte 1816 en su último informe.
Por ahora, el optimismo del mercado lo tiene. El resto es un desafío.