La caída del precio de la carne contribuyó a moderar la inflación en lo que va del año. Pese a la baja, el precio actual sigue siendo elevado en comparación con el promedio histórico de 2007 a 2023.
El precio de la carne vacuna promedió $7.445 por kilo al consumidor en julio de este año. Este valor representa una disminución del 16% en términos reales en comparación con el precio registrado a finales de 2023. Según un trabajo del IERAL de la Fundación Mediterránea, la reducción de precios tuvo un impacto para mitigar la inflación en lo que va del año.
La disminución en el costo de la carne vacuna contribuyó a una disminución en la inflación, dado que la carne representa una parte significativa de la canasta de consumo utilizada para calcular los índices de precios.
El informe elaborado por Franco Artusso estimó que la participación de la carne vacuna en la inflación pasó de aportar 2,2 puntos porcentuales en diciembre de 2023 a solo 0,11 puntos en julio de 2024, gracias a la caída en los precios.
CARNE VACUNA: ¿DE QUÉ DEPENDE QUE SE MANTENGAN LOS PRECIOS?
De cara al futuro, surgen dos grandes interrogantes: ¿seguirá bajando el precio de la carne vacuna, contribuyendo a la desaceleración de los precios, o empezará a aumentar nuevamente?
La respuesta dependerá de diversos factores, incluyendo la evolución de la actividad económica y el comportamiento del mercado de oferta y demanda.
Por un lado, la caída en la producción de carne durante los primeros siete meses del año, junto con una valorización de la hacienda destinada al mercado interno, sugiere posibles presiones al alza en los precios.
Además, la reducción de aranceles para los productos cárnicos podría incrementar los precios de exportación, ejerciendo una presión adicional sobre los costos en el mercado local. Estos factores podrían llevar a un ajuste en los precios de la carne vacuna en los próximos meses, volviendo a colocarla en el centro del debate económico, señalaron.
FUENTE: AMBITO FINANCIERO