Ante las recientes advertencias de organismos internacionales y nacionales sobre el inminente regreso del fenómeno de La Niña —que podría desencadenar un nuevo período de sequías en Corrientes y el país— el doctor Juan José Neiff, biólogo e investigador del Centro de Ecología Aplicada del Litoral (Cecoal), llamó a la cautela.
El experto aseguró que es "conveniente alertar, pero no alarmar" sobre la intensidad del fenómeno, ya que la probabilidad de que ocurra "es relativamente baja".
“Según el último informe de la Universidad de Columbia, encargada de concentrar la información de pronósticos, hay un 55% de posibilidad de que el fenómeno de La Niña suceda entre diciembre 2025 y febrero 2026”, precisó Neiff en declaraciones a radio Unne.
Condiciones actuales diferentes a la última sequía
Si bien el investigador reconoció que estos fenómenos tienen un "impacto socioeconómico muy fuerte sobre la producción", destacó una diferencia clave respecto a la devastadora sequía de 2019-2023.
Corrientes y la región se encuentran actualmente con un nivel de humedad superior al habitual: "Estamos un 20% arriba de la media histórica de las precipitaciones", aseveró Neiff. Esta condición de mayor agua en el suelo actuaría como un amortiguador.
Aun así, el especialista consideró "imprescindible repensar las formas de producción, la selección de cultivos, las forestaciones, entre otros", ante la recurrencia de estos ciclos climáticos.
Alertas internacionales
El testimonio de Neiff llega en un contexto de alertas emitidas por otros organismos. Un reciente informe de la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA), que analizó el reporte de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), afirmó que “las condiciones La Niña ya están presentes”.
La NOAA indica que las temperaturas superficiales del mar ecuatoriales están por debajo del promedio en el Pacífico, lo que es consistente con el enfriamiento propio de La Niña. Los modelos globales analizados por la ORA prevén que estas condiciones persistan entre diciembre de 2025 y febrero de 2026, con una probable transición a un estado neutro en marzo.



















