Subieron a las redes sociales las fotos de dos surubíes muertos, gracias a las licencias deportivas que consiguieron en Itá Ibaté.
La gestión correntina de los recursos naturales apuntó también a los guías, por el descuido de los animales.
La Dirección de Recursos Naturales de Corrientes denunciará a un grupo de pescadores chaqueños que extrajeron dos surubíes del río Paraná y se los comieron en campamento isleño. También involucraron a otro guía correntino por pescar un surubí.
Además, defendieron la veda extendida que rige en esta provincia y que permite el trabajo de los malloneros comerciales, frente a la acusación de falta de diálogo que hicieron las autoridades chaqueñas por no llegar a un consenso con el propósito de aplicar la veda total.
“Tuvimos casos de gente de Chaco que subieron fotos a las redes sociales y que compraron licencias el fin de semana en Itá Ibaté, y tengo todos los datos para actuar ante la Justicia en el primer día hábil. Se vanagloriaron porque sacaron dos surubíes de 70 kilos, terminaron de comerlos y se fueron de vuelta al Chaco”, detalló el titular de Recursos Naturales, Carlos Bacqué.
“Los guías de pesca también tienen que tener un llamado de atención, si bien viven de ello, queda muy mal que la gente que está trabajando de eso no lo cuide como lo tiene que hacer. Como consecuencia de la pandemia no hay turistas. Están pescando los guías desde la confluencia aguas arriba para vender pescados que sacan al Paraguay”, agregó el funcionario correntino al aire de la radio LT7.
“La ayuda y el trabajo de control lo debemos hacer entre todos”, insistió Bacqué y al apuntar a los pescadores deportivos se diferenció de la gestión chaqueña, que desde el sábado aplicó una veda total en los ríos Paraná y Paraguay.
Sin embargo, los pescadores comerciales señalaron que la extracción que realizan es mínima en comparación al total.
Mallones
En Corrientes se mantiene una veda extendida que permite a los pescadores comerciales trabajar en un trecho de 99 kilómetros sobre el Paraná, y prohíbe la extracción a los pescadores comerciales, por la que deben devolver todas las especies.
“Quieren llamarlo perjudicial al mallón, pero no nos tenemos que olvidar que solo trabajan en el canal. Como consecuencia de la gran bajante la correntada merma y el mallón casi no trabaja. Tengo constancia de los relevamiento de los acopios, y no hay un stock elevado de piezas”, advirtió Bacqué. También fue tajante al asegurar que “no hay una consecuencia grave como para decir hay que cerrar todo”, en respuesta a la medida aplicada en Chaco.
En diálogo con El Litoral, desde el Instituto de Ictiología del Nordeste coincidieron con esta postura de apuntar al control de los pescadores deportivos, e indicaron que “si se cumple con la devolución de todas las especies, no existe un gran daño a la fauna del río”.