El religioso, a su vez, resaltó el gesto del monseñor Andrés Stanovnik en ir a visitar a los internados en el hospital de campaña.
El obispo de Santo Tomé, Gustavo Montini, destacó que el arzobispo de Corrientes, Andrés Stanovnik, haya visitado a los enfermos que se encuentran en el hospital de campaña: "Me parece que es un momento donde la necesidad vulnera una pretensión de la personas. La necesidad nos hace darnos cuenta que solo no podemos y que necesitamos de los otros. La presencia del arzobispo bendiciendo, con el santísimo sacramento, me parece una experiencia muy fuerte, porque no solamente que lo viven con satisfacciones los enfermos sino también los agentes de salud que realmente están muy cansados y dando la vida. Lo que ha hecho el Stanovnik, con estos tipos de gesto, es tratar de acompañar en un momento ‘muy dramático’", consideró en diálogo con La Dos.
Y luego, agregó: “La soledad que vive la persona que están el hospital de campaña, la tristeza y angustia y la percepción que va teniendo de su estado de salud o lo que va escuchando a su alrededor, es una cosa dramática. Aquel que fallece, la familia que no lo puede ver, es una situación muy particular. Al menos, en el caso mío, mi objetivo está en puesta en como acompaño hoy".
Sobre el daño que va a provocar o viene provocando la pandemia por el coronavirus al pueblo de Corrientes, Montini dijo al respecto: "Se hace difícil cuantificar. El papa Francisco habla de la iglesia como hospital de campaña y nos suena muy fuerte. Cuando él quiere expresar esto dice que ‘el hombre del siglo 21 es muy herido’. Esto lo decía antes de la pandemia. Lo que debemos hacer es más que dar recetas, es dar cura sugerida. Con respecto al daño es medio difícil de cuantificar. No nos pongamos ahora a pensar de por qué ha pasado lo que ha pasado. Ahora es el momento de ir atendiendo a los caídos".