La embarcación regresó este viernes a las costas de un balneario rionegrino, donde se quedará hasta este domingo y seguirá rumbo al estrecho de Magallanes.
El pasado sábado 31, zarpó hacia nuevos rumbos la Fragata ARA "Libertad", buque que a bordo se encuentra el correntino Tulio Dottori quien habló sobre su provincia, sus viajes y la vida en la armada. "Servir a la Patria es muy gratificante, porque para mí, la Patria es el país, la familia, los amigos", indicó.
Dottori integra la Promoción 105° del Cuerpo Profesional Escalafón Intendencia. A fines de junio, la Fragata ARA Libertad visitó por primera vez El Cóndor, la villa marítima que se encuentra a 30 kilómetros de Viedma, Río Negro cuando realizó prueba de máquinas y motores antes de emprender el tradicional Viaje de Instrucción.
Este viernes regresó a las costas del balneario rionegrino, donde se quedará hasta este domingo y seguirá rumbo al estrecho de Magallanes. “Desde chico siempre tuve el deseo de ser militar, razón por la cual en febrero del año 2016 ingresé a la Escuela Naval Militar. Elegí esta institución porque quería navegar, conocer lugares y tener una experiencia única como la de realizar este viaje”, detalló el joven correntino de 26 años.
“Del ámbito naval lo que más me gusta es la hermandad que se genera en cada promoción, los amigos y las buenas anécdotas que se van cosechando a través del tiempo. Servir a la Patria es muy gratificante, porque para mí, la Patria es el país, la familia, los amigos, y siento que, de una u otra forma, estamos cuidando de ellos”, relató.
Nacido y criado en el barrio Popular de la Capital, realizó la primaria y la secundaria en el colegio John Kennedy. “Soy hijo único de madre soltera. Mi mamá se llama María y sigue viviendo allá. Antes de ingresar a la Armada jugué muchos años al básquet en el Club Regatas de Corrientes”.
El correntino cuenta que los mejores recuerdos de su infancia fueron los momentos vividos en familia, con sus amigos del barrio y del club. “Es imposible no mencionar las tardes de mates, chipá en la costanera, las playas, los carnavales y el chamamé. Son costumbres que cuando regreso a mi provincia las sigo disfrutando mucho. Y a la vez, son las que más se extrañan durante una navegación”.
Un día habitual en la fragata ARA “Libertad” comienza con la formación del personal en cubierta y luego los Guardiamarinas en Comisión pasan a las primeras clases, que suelen ser de velas, lucha contra incendio, motores y adiestramiento físico.
“Durante la navegación participo en las actividades del cargo Material Naval, que son los encargados de las maniobras de vela, particularmente estoy asignado al Palo Trinquete –el primero de los tres palos de la arboladura–. Algunos días también cubro guardia como ayudante del oficial de cubiertas bajas y como encargado de brigada”, detalló el Guardiamarina en Comisión.
En su etapa final de instrucción, vislumbra lo cerca que está de convertirse en un Oficial de la Armada: “Siento emoción y ansiedad por el Viaje de Instrucción, que lo anhelamos prácticamente desde que ingresamos a la Escuela Naval Militar.”
Respecto de los años de formación en la escuela, contó que fue capitán del equipo de rugby, compitiendo con otras instituciones. “También tuve la oportunidad de conocer la Antártida en la campaña de verano 2019/2020. Fue una experiencia increíble y uno de mis sueños es regresar”.
“El año pasado, debido a la pandemia, no se realizó el viaje de instrucción por lo cual fui destinado al destructor ARA ‘La Argentina’, me desempeñé como ayudante del jefe del Departamento Abastecimientos. La unidad operó en vigilancia y control de los espacios marítimos en la zona económica exclusiva, allí pude incorporar muchos conocimientos profesionales”, detalló.
En los próximos meses de navegación, y como cuando está lejos de su Corrientes natal, lo acompañarán muchas fotos de su familia, su novia y amigos.