Falleció ayer Milton Canteros de 64 años, quien había sido apuñalado al intentar defender a su hijo Sergio asesinado el pasado viernes en una disputa por lugares en el predio. Continúa el corte en la Ruta nacional N° 123.
La reciente muerte de Milton Canteros, de 64 años padre de Sergio, el hombre de 33 años quien el pasado viernes fue asesinado a puñaladas en un sangriento conflicto que se desató por disputas de lugares en el predio Cruz Gil, puso al descubierto un conflicto que tiene como principal referente a Ramona Villalba, quien se encuentra a cargo del santuario. Por el doble homicidio hay ocho personas detenidas que tendrían directa vinculación con la mujer que sería citada a declarar en las próximas horas en calidad de testigo sospechoso.
Ayer un grupo de personas desmantelaron a mazazos los puestos de la zona. Se trata del sitio donde Sergio Canteros quiso evitar que le coparan su casa, frente al predio conocido como “Cruz Gil” y lo apuñalaron junto con su papá, Milton.
Según pudo conocer, al menos diez personas se acercaron para demoler los puestos del terreno lindante con la Ruta nacional N° 123. Con mazas y otras herramientas rompieron las paredes y desmantelaron los puestos que se encuentran enfrente del santuario. Desde hace tiempo los vecinos de Mercedes y los devotos se quejan de que no dejan ver al santo.
Sin embargo, se pudo saber que ese grupo no forma parte de los manifestantes que se encuentran cortando el tránsito de la ruta para exigir que el Gobierno de la Provincia tome cartas en el asunto y designe una nueva intervención del predio.
El viernes pasado a las 18.15, Yesica Rodríguez marcó el número de su esposo y le contó la noticia: “Se están queriendo meter a casa”. Sergio “Checho” Canteros ya sabía quiénes eran. Los había denunciado en la comisaría y la fiscalía días atrás.
Por eso no lo dudó: se subió al auto y emprendió el viaje, junto con su padre. Había ocho kilómetros de distancia entre la ciudad de Mercedes, donde se encontraba, y la zona del predio conocido como “Cruz Gil”, donde vivía.
Sergio y su padre, Milton, de 64 años, comenzaron a ser agredidos por un grupo de hombres vinculado a Ramona Villalba, creadora del santuario que en cada primera semana de enero recibe a más de 200.000 fieles. Ambos murieron.
“Es una señora que hace diez años limpiaba los baños del predio y hoy tiene hoteles, propiedades y camionetas de alta gama”, cuenta Andrés Pintos, un familiar de Sergio.
“El presidente anterior del predio tuvo que dejar su cargo por un accidente y ella ocupó su lugar a la fuerza. La comisión quedó acéfala. Su gente se maneja como una mafia: andan drogados y armados. No solo manejan todos los puestos ambulantes (se estima que serían entre 50 y 300). Ahora querían ocupar los terrenos del otro lado de la ruta”. Las propiedades pertenecen a la familia de la mujer de Sergio.
Luego de discutir con los atacantes, Sergio, papá de dos nenes, retrocedió hasta la zona de campo, detrás de su comercio y de su casa. Lo amenazaron con cuchillos e intentaron agredirlo, hasta que cayó y no pudo levantarse. De acuerdo a la autopsia, le asestaron 22 puñaladas y falleció una hora después en el Hospital Las Mercedes.
A su padre también lo trasladaron al mismo lugar, donde se encontraba en terapia intensiva hasta que falleció ayer. Según su familia, tenía entre cinco y siete heridas, todas de arma blanca. Al cuñado de Sergio, además, le cortaron de una puñalada y tuvieron que darle quince puntos de sutura. (El Litoral)