La condición hídrica pone en duda el futuro de la siembra en zonas agrícolas del centro-norte del país, donde se registran bajas del 15 al 20% de la superficie planificada, que pone en riesgo la producción de trigo, maíz, girasol y cebada.
La falta de agua condiciona la evolución de los cultivos de maíz y trigo, con eventuales caídas en los rindes, y pone en dudas el futuro de la siembra en algunas zonas agrícolas, pese a las lluvias de los últimos días que llevaron alivio en determinadas regiones del país.
"A cada semana se agrava la falta de agua en el centro de la región núcleo y el norte de Córdoba y Santa Fe, junto al norte del país", advirtió el último informe Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Tanto José Luis Aiello como Alfredo Elorriaga, especialistas de consulta del GEA, coincidieron en señalar que "sin aportes extra desde el Pacífico y el sur de Brasil, será imperioso que mejoren los mecanismos regionales a fines de septiembre" para que haya una mejora climática que favorezca a la producción agrícola.
Según la BCR, las lluvias de los primeros nueve días de septiembre permitieron seguir con la siembra de maíz en la región núcleo, si bien advirtieron que "el aumento de la desecación superficial del suelo pone en riesgo la concreción de los planes de siembra" en el sudeste cordobés, norte bonaerense y sur de Santa Fe.
De acuerdo al trabajo, en Marcos Juárez, en el sudeste de la provincia de Córdoba, la falta de agua interrumpió las siembras, tras un avance del 75% en la superficie implantada, y "de no tener una lluvia pronto, quedará 20% de la superficie planificada sin sembrar".
En Rojas, en el noroeste de la provincia de Buenos Aires, se sembró sólo el 15% de la superficie prevista y la humedad superficial alcanza para pocos días más: "Sólo se seguirá sembrando en lotes que tienen cobertura de rastrojos y retienen humedad", sostienen los especialistas.
Desde la entidad bursátil rosarina afirman que el trigo necesita más agua para no perder potencial de rinde: sobre el sudeste cordobés se necesitan entre 100 y 120 mm para alcanzar niveles óptimos de humedad; mientras que en Santa Fe se necesitarían alrededor de entre 60 a 80 mm.
Con el avance del trigo hacia las etapas más críticas, los técnicos señalan que "es esencial una nueva lluvia y que no se produzcan heladas tardías para que el cultivo exprese todo su potencial de rinde".
Por ahora, sostiene la BCR, el trigo sigue desarrollándose muy bien: 5% está en excelentes condiciones, 80% muy bueno y el resto, bueno.
En ese sentido, la Bolsa de Cereales informó que luego de las lluvias de las semanas previas, el 66,8% de los 6,6 millones de hectáreas (MHa) de trigo previstos para la actual campaña presentan una condición hídrica Adecuada/Óptima, aunque alertaron que en la región norte del país, en la medida que los lotes van entrando en llenado de grano, las expectativas de rinde son cada vez más bajas.
En el cultivo de girasol, la entidad cerealera señaló que debido a la falta de humedad sobre el centro-norte del área agrícola, el progreso intersemanal en la siembra fue de sólo 1,2 puntos porcentuales.
En el caso de la cebada, la falta de humedad continúa afectando al cultivo sobre el Centro-Norte de Santa Fe y Córdoba, pero sobre el centro y sur del área agrícola se verifica una mejora en la condición del cultivo tras las precipitaciones de las últimas semanas mientras los mismos avanzan con su encañazón.
La última semana "mostró un significativo cambio en el comportamiento de la distribución territorial de las precipitaciones", destacó en este sentido Aiello, quien precisó que las lluvias fueron solo para el sudoeste de la región pampeana.
"Las lluvias abandonaron la tendencia a favorecer la franja este del país y tuvieron una presencia excluyente sobre la franja sudoeste de la región pampeana", amplió Aiello, mientras que Elorriaga indicó que fueron beneficiados "La Pampa, el extremo sudoeste de Córdoba y el extremo sur de Buenos Aires".
Por otra parte, la Bolsa de Cereales advirtió que en los próximos días vientos del trópico provocarán temperaturas máximas superiores a lo normal en la mayor parte del área agrícola, y sólo el sudeste de su extensión recibirá vientos marinos que mitigarán los registros.
Paralelamente, agrega la entidad, el paso del frente de tormenta con actividad muy irregular causa precipitaciones moderadas a abundantes sobre el centro-este del área agrícola, pero sin hacer aportes significativos al resto de su extensión.
Junto con el frente, comenzará el avance de una masa de aire polar, ocupando gran parte del Cono Sur, causando heladas locales y generales en todo el oeste, y heladas localizadas en el sur y el centro de su extensión, pero sin alcanzar al norte.