El presidente de la Cámara de Diputados adelanta la agenda pospandemia de la Legislatura. Asegura que 2022 será un año de reformas y aboga por una rápida implementación de la ley de cupo trans.
Pedro Cassani fue reelecto presidente de la Cámara de Diputados y por otros dos años comandará el centro de debates que integran otros 29 legisladores, como lo hace desde 2009. El goyano tiene en claro cuáles deben ser los ejes de la agenda legislativa 2022 y desafía con la posibilidad de una amplia reforma política que incluya elecciones solo cada cuatro años, es decir, poner fin a los comicios intermedios.
En un mano a mano con El Litoral ahonda en los argumentos de su iniciativa, pero además asume un rol protagónico para liderar los cambios que se necesitan de cara a la nueva realidad que deja la pandemia del coronavirus.
—¿El 2022 será un año de reformas para Corrientes?
—El año que viene será el momento en que podamos avanzar, quizás en una reforma política, no constitucional, que también supone un Código Electoral nuevo, actualizado a nuestra realidad, y comenzar a analizar la posibilidad cierta de que en lugar de votar cada dos años, solo lo hagamos cada cuatro en Corrientes.
—Pero eso supone una reforma constitucional…
—Supone una reforma constitucional en la duración del mandato de los senadores, por ejemplo. Cuatro años para todos. Que inicien sus mandatos con los intendentes y el gobernador. Porque con el sistema actual quien está en función ejecutiva, consume el 50 por ciento de su mandato en campañas electorales. Cuando comienza, el primer año es casi de aprendizaje y el segundo año ya es un test electoral, porque se legitima su gestión. El tercer año es de gestión y el cuarto año de campaña, otra vez.
Hay que analizarlo y discutirlo. Hay que mirar, debatir, es un sistema parecido al que tiene Córdoba. Es para trabajarlo.
No debe ser un debate solo de políticos, hay que convocar a académicos, actores civiles.
Y acortar la cantidad de boletas en el cuarto oscuro…
Simplificar el voto. La tremenda cantidad de partidos significa una enorme cantidad de boletas en el cuarto oscuro.
—¿No conspira contra la alianza ECO?
—No. Habrá que encontrar mecanismos. La boleta única es una alternativa interesante, para que no haya 50 papeletas en las que todos ofrecemos lo mismo. Es poco práctico para la sociedad y un dispendio de recursos.
En otros lugares del mundo se vota un martes, un miércoles, en un club, en una cancha. Acá el país se paraliza cada elección y no debe ser así. Estamos en el siglo 21.
—¿Fue una frustración que no se haya sancionado el voto joven y la ley de paridad?
—Frustración, no. Hemos avanzado en temas sumamente importantes. Códigos procesales, ley de oncopediatría, que es la segunda del país, medioambiente. No siento que hayamos quedado en deuda, me hubiera gustado avanzar en más iniciativas ambientales, es algo que preocupa al mundo.
—Es el presidente récord en Diputados, ¿cómo asume ese desafío?
—Cada renovación de mesa directiva de Diputados siento que arranco una nueva gestión. Porque cambian los actores, los temas y es necesario modificar la manera de vincularse entre los pares. Esta nueva presidencia tendrá que legislar con la agenda pospandemia en cuestiones que creíamos que teníamos resueltas. Por ejemplo, no hace mucho sancionamos la Ley de Educación, con un proyecto que remitió el Ejecutivo y lo trabajamos con representantes gremiales y de distintos actores de la vida educativa. Pero vino la pandemia y se aceleraron determinados procesos que eran impensados: educación en burbujas, en las casas, con plataformas virtuales. Tendremos que hacer un abordaje para reactualizar nuestra ley en función de la experiencia que nos dejó el covid, pero fundamentalmente para las cosas que vienen. Lo mismo será en salud, habrá que tener una mirada para ver cómo se financia el sector.
La diversidad debe ser otro eje en la Legislatura para legislar a la altura de la circunstancias. Hay que trabajar mucho en producción, debemos hacer ese abordaje, Corrientes intenta insertarse en el mundo y hay que estar preparados.
—¿Se debe regionalizar el trabajo legislativo?
—Con la experiencia que nos deja el covid, deberíamos comenzar a hacer más inclusivo el trabajo legislativo, de manera regional. Desde esta Legislatura coordinar acciones conjuntas con las vecinas provincias, Misiones, Chaco, Santa Fe, Entre Ríos, eso son los desafíos.
—¿Se avanzará en el cupo trans?
—Estoy a favor del cupo trans. Es algo que tenemos que arreglar, resolver y aplicar rápidamente. No puede ser una ley muerta, mucho palabrerío, pero cuando llega el momento no se concreta. Debemos avanzar de manera práctica, hay que resolver con una agenda cuáles son las normativas que debemos dar consecutivamente.
Este año hemos hecho, quizás con poca visibilidad, mesas de trabajo que se llamaron “Diálogo por Corrientes”. Establecimos seis temáticas en las que invitamos a 15 personas para que puedan contarnos su visión y experiencia, una de las mesas tuvo que ver con la diversidad. Fue la oportunidad de conocer muchas realidades que no se ven tan fácil.
—Encuentro Liberal es la tercera fuerza de la provincia con mayor caudal de votos…
—Siento una gran satisfacción por haber podido conformar con muchísimos dirigentes este espacio de pensamiento de liberalismo moderno. Me genera una tremenda responsabilidad. Estoy dejando mi vida en esto porque entiendo que es algo que tenemos que sostenerlo y ampliarlo todos los días. Hemos contraído un compromiso con la sociedad para no convertir ese espacio en una máquina electoral. Tenemos la obligación de generar líderes y después tratar de tener un caudal electoral con importante gravitación. Pero si solo nos quedamos en la cuestión electoral en lugar de partidos seremos un club electoral.
—¿Se acabó la mezquindad política en Corrientes?
—Hay mucha madurez política y 20 años de gobernabilidad sostenida. En 2001 comenzamos a hablar de gobernabilidad y algunos no entendían. A nadie se le ocurre hoy interrumpir un mandato constitucional. Se vio este año en la sesión preparatoria, la presencia de Valdés le dio un realce inusitado, junto con la presencia de cuatro exgobernadores. Cuando ves eso te das cuenta del clima de convivencia política que se traduce en paz social.
—¿Qué opinión le merece la proyección de Valdés a nivel nacional?
—Me parece muy bien. Gustavo, más allá de ser un gobernador exitoso, es un militante político que forma parte de una de las fuerzas que legítimamente aspira a encabezar un proyecto nacional para 2023. Yo no sé si él querrá formar parte de una fórmula, me imagino que tras lograr la reelección, su participación en el escenario nacional será tener gravitación en una mesa chica de una alianza opositora y que se pueda fortalecer a futuro. Condiciones tiene.
—¿Qué quedó del proyecto Cassani gobernador?
—Hoy no tiene sentido. Hemos tenido un cierre interesante sin contratiempos en la alianza.
—¿Es momento de avanzar en una cláusula de alternancia en ECO?
—Siempre existe dentro de los partido la demanda de ser candidato, más entre 32 fuerzas que conforman ECO. Venimos con este mecanismo desde 2001. Hay momentos para la tensión y para distenderse. Tenemos claro que podemos discutir todo, pero nunca bajo la amenaza de romper si no se hace lo que pretendemos. Nosotros somos coherentes.
—¿Hoy están dentro de Juntos por el Cambio?
—Estoy en la oposición a este gobierno nacional. Estoy del lado de la enorme cantidad de argentinos que el 14 de noviembre votamos para que haya un cambio de rumbo en la gestión del presidente Fernández, con otra agenda, con otra realidad. Estoy convencido de que Argentina con todo su potencial merece otra cosa.
—¿Qué proyectan para ELI 2023?
—Puertas adentro vamos a fortalecer la capacitación de nuestros dirigentes, la formación de nuestros líderes, acompañar a nuestros intendentes, viceintendentes, concejales y legisladores provinciales. Comenzar a observar con mucho detenimiento lo que sucede a nivel nacional, y en función de eso tratar de ser una fuerza que marque el rumbo tanto en la provincia como en la nación.
—¿Qué le dejó la alianza con Sergio Massa?
—Solo un vínculo personal. Cuando apoyamos la candidatura de Massa a presidente, nunca fuimos parte de su partido. Nunca tuvimos un vínculo partidario. Cuando terminó ese turno electoral, también el vínculo.
—¿Fue un fracaso?
—En algún punto sí. Quizás desde Buenos Aires la política se ve con otra perspectiva. En la última etapa de nuestro vínculo, sus operadores no alcanzaban a entender que nosotros no éramos dirigidos por Sergio Massa, que solo apoyábamos su candidatura. Querían darnos directivas de quiénes debían ser los candidatos en Corrientes, pero no entendieron que no dependíamos de él.
—¿El Presupuesto 2022 viene con recortes para la Legislatura?
—No. Pero el lunes lo vamos a analizar con el ministro de Hacienda. Invitamos a todos los senadores. Antes nos reuniremos con el Tribunal de Cuentas para analizar las cuentas de inversión. Trataremos de que antes de la primera quincena de diciembre podamos tratar ambas.
—¿Cómo concluyen el año?
—Debimos pedir ayuda al Ejecutivo, para el último trimestre. La mayoría de los recursos de la provincia estaban dirigidos básicamente a la cuestión sanitaria y debimos acomodarnos.
—¿Hay chances de un bono legislativo de fin de año?
—No está previsto, salvo que el gobierno lo anuncie. Somos muy austeros. El presupuesto del Poder Judicial no alcanza el 2 por ciento del total provincial y se incluye a Diputados, el Senado y el Defensor del Pueblo.
—¿Se llamará a un nuevo concurso para el Defensor?
—Nunca terminó ese proceso. El mecanismo es complejo y no deja de ser político. Se está conversando con algunos integrantes de la Bicameral, para acordar si se da por concluido el concurso o si sobre esa base se continúa. Esto no se sabrá hasta marzo.
—¿Qué opinión te merece Milei?
—No tengo claro quién es Milei. Piensa muy bien, tiene buenas ideas. Pero no sé si el Milei político es el histriónico que aparece en televisión o es la persona en la que te podés sentar y coincidir. Le reconozco el logro de que muchos jóvenes empiecen a pensar en que es posible un país distinto al que ofrece el populismo.
—¿Y el populismo?
—No coincido. No creo que el Estado deba ser un Pater familias (locución latina —traducida literalmente 'paterfamilias'—, que significa el «padre de familia») y está demostrado en el mundo que no funciona. Creo en el esfuerzo, en el trabajo. El Estado debe tener una mínima intervención en la vida de la sociedad, debe asegurar determinadas cuestiones: una educación pública eficiente, una Justicia independiente y una seguridad pública. El populismo con plata tiene un resultado y sin plata es una catástrofe, que es lo que nos está pasando ahora.