La navegación fluvial en el río Paraná podría tener inconvenientes por los bajos niveles del agua debido a la gran bajante que se está dando a lo largo del caudal. Sería el tercer otoño consecutivo de niveles sumamente bajos de la actividad.
“Vamos a dar a conocer un informe en estos días, en principio sería hasta el 31 de marzo y se va a dejar abierta la posibilidad para interpretar lo que puede llegar a pasar todo el otoño. Que puede ser complicado ya no pensando solamente en el río Paraná sino en el inferior. Porque llegado el momento, tener niveles tan bajos como el de ahora o peores desde el punto de vista de la navegación fluvial con fin comercial para la argentina puede ser una pésima noticia puede, puede ser muy malo”, indicó el subgerente de Sistemas de Información y Alerta Hidrológica del Instituto Nacional del Agua (INA), Juan Borús.
“Aunque la bajante no sea peor que ahora, los valores que se dan en la ciudades como Rosario, San Lorenzo o Reconquista son muy bajos que en un momento que se pretende usar con mayor frecuencia la vía fluvial para sacar la cosecha, tener esos niveles es terrible. Sería el tercer otoño consecutivo de niveles sumamente bajos de la actividad”, afirmó.
Además, resaltó que la bajante que se dio en marzo del año pasado era crítica y la perspectiva que se tiene es parecida a lo que ocurrió en 1944 que es peor a la situación actual. “Sobre esa base es que se consideró la necesidad de mejorar todas las tomas de agua”.
“Seguramente se va a continuar trabajando porque en verano el consumo del agua aumenta y tener restricción de agua en septiembre es una cosa y en enero es otra, es distinto. En términos generales, se abordó la problemática de caños del agua potable. Las bombas deben ser suficientes para que trabajen bien”, dijo Borús a El Litoral.