En una acto con tinte mafioso, un suboficial de la Gendarmería Nacional apareció muerto en su casa de Santo Tomé, con un disparo en la cabeza y con dos medias en la boca, por lo cual se investiga el hecho como presunto homicidio.
Se trata de un sargento de 37 años, oriundo de Pirané, Formosa, identificado como Alfredo Vivero, quien trabajaba en el Escuadrón 57 de la fuerza de seguridad federal, y fue hallado por su esposa en la siesta del martes, aunque el caso recién fue dado a conocer ayer.
“Estamos investigando como homicidio”, puntualizó Facundo Cabral, titular de la Unidad Fiscal (UFI), que está al frente del esclarecimiento del caso ocurrido en el departamento 1 de una propiedad ubicada en la calle Patricio Beltrán 499.
El representante fiscal señaló además que al gendarme le colocaron en torno al cuello una cinta aisladora negra y que su celular fue “quemado adentro de una olla”.
Por el momento es un enigma la causa del ataque, aunque ya se cuenta con algunas pistas que están siendo analizadas en profundidad.