Lino “chuli” Pereyra y Juan Carlos “tuto” Osuna desarrollan el oficio de ladrillero. En Goya, según lo afirman ellos mismos, existen actualmente alrededor de 50 familias que se dedican a la producción de ladrillos, y otras tantas debieron dejar la actividad por las dificultades que acarrea no contar con las herramientas apropiadas.



















