La Selección le saca lustre a la chapa de campeón. La Scaloneta entrega un espectáculo aunque el rival no esté a la altura, aunque el estadio muestre demasiados claros para ver a semejante equipo, aunque el frío sea tan fuerte que los suplentes debieron cubrirse con frazadas en el banco. Argentina paga la entrada, juega con seriedad, muestra esa voracidad competitiva, y eso que Leo Messi vio todo por TV desde Miami, mientras se recupera de una lesión muscular.



















